Aquí encontrarás las definiciones y descripciones de reubicación o mudanza. La meta es que entiendas el significado de estos conceptos que han sido definidos históricamente en CCDA, así como los desafíos que presenta la reubicación o mudanza en el contexto actual.
Las tres primeras reglas de los bienes raíces son ubicación. ubicación, ubicación. La fundación de CCD está basada en los mismos principios—ubicación. Como practicante de CCD, el lugar en el que vives afectará cómo impactas tu vecindario o comunidad. Dios te ha llamado para que te establezcas en una localidad fuera de tu lugar de origen. O tal vez, te sientes llamado a regresar a un lugar donde una vez viviste. Por esta razón, CCD le llama a esta práctica reubicación o mudanza. El mismo Dr. Perkins se reubicó cuando regresó de California a Mendenhall, Mississippi, su pueblo natal para trabajar con la comunidad hacia el camino de la justicia, la redención y la restauración. Reubicación o mudanza es una de las tres erres originales de la filosofía de CCD, (siendo las otras dos erres, reconciliación y redistribución).
Para CCD históricamente reubicación o mudanza tiene tres posibles connotaciones o significados.
- Cuando una persona que se reubica o se cambia a otra comunidad fuera de su lugar de origen, se conoce frecuentemente como recién llegado.
- Una persona que nació y creció en la comunidad, pero que salió por un tiempo, y decidió regresar, algunas veces se describe como una persona recién regresada.
- Y, aquéllos que nacieron y crecieron en la comunidad y decidieron permanecer y ser parte de la solución en los cambios de la comunidad, CCD les llama los que se quedaron.
La práctica de reubicación o mudanza de CCD es una disposición de ir a donde Dios te conduzca y vivir en una forma positiva, conforme a la manera de vivir de los que viven alrededor de ti. Esta forma de describir la reubicación o mudanza es la forma más directa e inofensiva. Sin embargo, es importante entender que el concepto de reubicación o mudanza tiene sus propios desafíos o retos.
Por ejemplo, si tú eres un activista de CCD que Dios ha llamado para ir a otra comunidad, o has estado lejos por algún tiempo y has sido llamado a regresar, recuerda que la gente querrá saber por qué. Con frecuencia nuestra intención detrás de una reubicación o mudanza es para estar con otros en solidaridad. Sin embargo, para los residentes que tienen cierta sospecha de nuestras motivaciones, o para aquéllos que tienen menos elecciones en estos asuntos, como en el caso de los inmigrantes o refugiados, la reubicación o mudanza puede ser mal entendida. Incluso, tu propia identidad, tus antecedentes étnicos o raciales, afectan la forma en que es percibida la reubicación o mudanza, especialmente si tu identidad es distinta a la de los residentes de la comunidad donde te establezcas.
Así mismo, no todos los activistas de CCD se reubican o se mudan, porque es posible que ya vivas en una comunidad donde intentas trabajar y servir. O tal vez, has regresado a tu vecindario después de haber estado lejos por un tiempo. Quizás has elegido comprometerte activamente en un vecindario distinto de donde vives. Cualquiera que sea el caso, la idea es que tú hagas intencionalmente conexiones, mientras cultivas relaciones con los residentes y líderes locales, los cuales servirán como catalizadores para todos los involucrados.
Es importante mencionar que con frecuencia la remodelación de los inmuebles trae consigo otro desafío: la renovación cosmética o aburguesamiento. Este cambio puede ser prácticamente entendido como el proceso por el cual las personas profesionistas de ingresos medios compran y restauran casas en áreas deterioradas o venidas a menos en comunidades urbanas. El arreglo o aburguesamiento es generado por intereses creados en el desarrollo de los bienes raíces para obtener ganancias a expensas de la gente que vive en dichas áreas donde las propiedades han sido compradas para revenderse. Mientras los constructores construyen en lotes vacíos y restauran edificios abandonados, los precios se elevan y los residentes locales son desplazados. Las comunidades recientemente renovadas atraen nuevos negocios y los precios se incrementan. Las comunidades recientemente renovadas atraen nuevos residentes “reubicados” y se convierten en vecindarios florecientes, con mejor estatus. Tristemente, los residentes locales con frecuencia se convierten en víctimas del éxito de dichas renovaciones.
Dicho esto, muchos practicantes temporales han estado trabajando con estrategias para contrarrestar las repercusiones negativas de dicho proceso de aburguesamiento estético. Una de las estrategias es recomendar a los residentes mantenerse informados y tener una firme presencia en los comités de los vecindarios y asistir a las juntas de las comunidades. También, los residentes pueden animarse a participar cada vez que el ayuntamiento realice juntas y reuniones relacionadas con las oportunidades de desarrollo que tendrán dichas áreas. A pesar de estos desafíos, la reubicación o mudanza está orientada a ayudarte a ti y a otros residentes
locales para que reconozcan y entiendan que construir sobre sus bienes les da derecho a participar de los beneficios de dichas inversiones en el futuro.
La reubicación o mudanza puede ser definida como el factor. Para reubicarse o mudarse como activista de CCD, tú estás físicamente presente como el factor de vivir entre los residentes de un determinado lugar. A través del trabajo restaurador de Dios que ya está obrando en ti, la comunidad puede construirse sobre los bienes existentes en los vecindarios para que superen el estrés o los desafíos.
Aún para los recién llegados y los que regresaron de CCD, la idea detrás de la práctica se va formando con un compromiso a largo plazo para involucrarse intencionalmente en un vecindario si trabajas y vives allí, y de esta manera catalizar un cambio positivo. La forma más efectiva de aprender de cualquier cultura y ganar credibilidad dentro de un vecindario (ya sea en tu propio vecindario u otro lugar que frecuentas regularmente), necesitas intencionalmente estar presente, investigar la historia local, escuchar las historias de la gente, reconocer la amabilidad, abrazar el desorden, y deliberadamente, participar en las relaciones y la vida social del lugar.
Al arraigar tu vida en una comunidad local, tu esperanza de servir es más factible porque apreciarás y entenderás mejor los bienes, recursos y dones, así como los mayores retos de dicha comunidad. Ser miembro o convertirte en parte del ambiente local también te ayudará a obtener credibilidad y confianza para establecer relaciones saludables y amorosas con tus vecinos. Lo más importante, es la manera fundamental en que muestras el amor de Dios hacia la gente — para estar con ellos.