La esencia de la práctica del empoderamiento de CCD está mejor resumida en la frase “no hagas por la gente lo que ellos pueden hacer por ellos mismos”. La palabra “empoderamiento” implica que alguien o algo están dando poder a alguien más. Sin embargo, en la práctica de empoderamiento de CCD, se entiende como aprender a reclamar nuestra propia agencia y poder para abogar por nosotros mismos y por otros. La meta en esta lección es que entiendas el concepto y los diferentes matices de su significado, y los puedas diferenciar en tu práctica de CCD.
En el centro de em-poder-amiento se encuentra el concepto de poder. Para nosotros como practicantes de CCD, es importante reconocer que la práctica no se trata de alguien que le da poder a otro, lo cual sería como subestimar. La práctica tampoco es necesariamente el asegurarnos que el poder se pase externamente de un individuo u otro o a un grupo, aunque siempre debería haber alguna forma de balancear o equilibrar el poder cuando hay un desequilibrio notable o se crea un desequilibrio de poder.
La idea esencial de la práctica de empoderamiento es cuando el Espíritu Santo nos ayuda a todos a estar más conscientes del intercambio de poder que tiene que pasar internamente y que nos ayuda a reconocer nuestro valor inherente y agencia para así reconocer el valor inherente y la agencia de otros. El empoderamiento está arraigado en la idea que todos son creados a imagen de Dios con dignidad y valor inherentes. Cuando nos vemos a nosotros mismos y a otros de esta manera, valoramos la contribución de cada uno. De esta manera, empezamos también a compartir y entregarnos a nosotros mismos responsablemente, con una actitud de humildad y gracia, por el bien de nuestros vecinos y de la comunidad de Dios. En el sentido más básico, el empoderamiento tiene que ver con el acto de “amar a nuestro vecino como a nosotros mismos”.
Definir el empoderamiento es complicado, especialmente por la contradicción inherente a su significado. Dicho esto, la práctica de empoderamiento de CCD significa entrar a un proceso continuo, respetuoso e intencional, en el cual nosotros reconocemos y animamos a cada uno a ganar una sensibilidad a la inherente dignidad y agencia sobre todos los aspectos de nuestras vidas.
La siguiente lección contiene una breve introducción a las bases bíblicas del empoderamiento.